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Plano Astral

Entramos aquí a considerar el Sexto Gran Plano del Sistema Solar. En este nivel el Mundo Astral a perece muy diferente al mundo físico, la materia es mucho más sutil que la etérica, y dotada de una especial Vitalidad y Movilidad. Se trata pues de una materia en movimiento incesante, que adopta todas las formas, imaginables, con vertiginosa rapidez, pasando continuamente de una a otra, y refulgiendo con infinidad de ma-tices cromáticos, incluidos muchos colores no conocidos por el ojo físico. La luz solar en el plano astral produce un efecto muy diferente que en el físico.

        Existe aquí una luminosidad difusa que no procede de ninguna dirección determinada, siendo la propia materia astral luminosa de por sí, no existiendo en ese nivel la absoluta oscuridad, ni las sombras, y no viéndose afectada por las condiciones atmosféricas del plano físico.

 

       La visión en este Plano es asimismo muy diferente de la física, ya que cada objeto se percibe por todos sus lados a la vez, incluyendo su interior, al igual que su exterior. Igualmente puede contemplarse las partículas que componen la atmósfera, las Auras De Los Seres, y los cuatro Subniveles de la Materia Etérica, además de los colores ultravioletas, infrarrojos y todos cuantos actúan como complementarios de los colores ordinarios a los que nuestra visión común no percibe, por esa razón se la denomina “astral” haciendo referencia a “estrellado” “luminoso”.

 

      La materia del  plano astral actúa como Transmisora y Receptora de los impulsos que ocasionan los movimiento, y permiten el sentimiento, la percepción del placer y el dolor, del agrado y el desagrado, así, como de los deseos, las aspiraciones, el amor, el odio, y todo tipo de emoción.

 

     Esa es la razón por la cual al Plano Astral también se la conoce como el Plano Emocional o de Deseos. Así, también, todo objeto físico posee materia Astral del grado correspondiente, que actúa como su contraparte a ese nivel, si bien no existe una correlación directa entre las partículas del objeto físico y las de su contraparte astral, que se hallan en continuo movimiento. En los seres vivos esta contraparte se destruye por disgregación tras la muerte física. En el caso de los objetos inanimados, la contraparte se destruye cuando se destruye el objeto físico. El nivel astral es fluídico y hace posible que un objeto puramente astral pueda ser movido por un ser astral, pero no la contraparte astral de un objeto físico ya que ésta se halla unida indisolublemente a él. Para una persona que es capaz de salir conscientemente con el Cuerpo Astral, llamado también, proyección astral, puede percibir esta realidad con mucha más nitidez y ser consciente, también, de la falta de gravedad y de otras leyes, puramente físicas.

 

     El Plano Astral esta subdividida a su vez en siete niveles diferentes, con muchas diferencias entre los inferiores y los superiores. En los subplanos inferiores encontramos una gran y nublosa existencialidad, es el mundo de las pesadillas, del odio, de los deseos más escalofriantes de la humanidad. Es el estado relacionado con lo que los cristianos consideran el infierno, un nivel dónde sus habitantes están sujetos a muchas penalidades autogeneradas. Es importante comprender que cada Plano o Subplano están dentro de cada ser humano, y que no hace falta “morir” o dejar el cuerpo físico para experimentar dichos niveles, de hecho son mucha los individuos que por ley de afinidad o correspondencia viven en sus propias vidas subjetivas, dichos subplanos.

 

      El Cielo y el Infierno están dentro del hombre, es su propio bagaje interior, y de él depende subir o bajar de grado espiritual. Los Subplanos Intermedios, son regiones dónde suelen ir los recién “fallecidos”, un plano cordial, dónde los deseos y anhelos humanos suelen materializarse en materia astral, estando sus habitantes viviendo en su propio mundo de ilusión particular. En los niveles Superiores encontramos una profunda Bondad, una luminosidad y ambientes sumamente refinados. El amor es la clave para ir ascendiendo de subplanos y de planos, cuando más se asciende mejor es la claridad y percepción espiritual, y el alma se encuentra más libre, con menos velos ocultadores de la “verdad”. - Los habitantes del Mundo Astral, porque tengamos presente que habitantes o seres de muy diferentes clases existen en todos los planos de la creación, y así como en el plano físico existen innumerables seres vivos, así también en el plano astral y en los demás, existen infinidades de vidas, que viven, evolucionan y se desenvuelven normalmente en su propio habitad. Los Habitantes astrales se pueden dividir, a groso modo, en dos tipos: Los humanos, y los que no lo son. Y dentro de esta división encontraríamos a los que habitan, propiamente dicho, este plano y los visitantes que esporádicamente lo visitan o realizan alguna labor. 

 

       En este plano encontramos a los que recientemente han fallecido, también encontramos a los que durante el sueño dejan el cuerpo físico y vagan por el plano astral dormidos, sin conciencia despierta. También están los Discípulos y Adeptos que a voluntad entran en dicho mundo y de una forma totalmente consciente realizan algún trabajo espiritual o de aprendizaje. Cualquier individuo puede salir en cuerpo astral, y puede o no estar espiritualmente desarrollado, porque el desenvolvimiento psíquico no va necesariamente unido al progreso espiritual. Por lo tanto, podrá el psíquico ser perfectamente consciente al actuar fuera del cuerpo físico, pero por falta de adiestramiento se expone a tremendos engaños respecto a lo que percibe.

 

      Sin embargo los adeptos o los Discípulos espiritualmente desarrollados, rara vez suelen actuar en los mundos astrales, ya que su atención va más bien dirigida hacia el Plano mental, donde hay mayor claridad y exactitud de lo que se percibe. En cuanto al individuo vulgar, se le ve flotando vagamente en su cuerpo astral durante el sueño físico en más o menos inconsciente condición. Durante el sueño profundo, el ego (Alma) con el cuerpo astral se retira del físico y permanece en su contigüidad, pero si el individuo está muy poco desarrollado psíquicamente, queda tan inactivo como el cuerpo físico. Sin embargo, en algunos casos, el cuerpo astral flota como en sueños a impulsos de las corrientes astrales y eventualmente reconoce a otros Egos en la misma condición y tiene experiencias agradables o desagradables, cuyo recuerdo irremediablemente confuso y a menudo trasmutado en grotesca caricatura de lo realmente ocurrido, es causa de que al despertar el individuo crea que tuvo un sueño muy extraño.

 

       La clasificación de los habitantes no humanos, es aun mayor que la física, entra las que destacan ciertos “Elementales” o Espíritus de la Naturaleza, ciertas Jerarquías Dévicas o Angélicas, y seres procedentes de otros mundos, así como una gran variedad de entidades de muy diversa índole evolutiva.

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