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      A medida que se asciende en Dimensiones, más difícil resulta su interpretación y estudio para nuestra limitada mente tridimensional. En estos Planos Superiores actúan muchas menos leyes condicionadoras del espíritu humano, por lo que hay una mayor libertad en cuanto a expresión de la Divinidad se refiere, a la vez que fluye en ellas un Gran Caudal de Espiritualidad Divina, indescriptible para nuestros cerebros. De momento poco o nada se puede decir, sólo que en ellos moran los espiritus puros, y Seres que trascienden 

Los Planos Átmico, Monadico y Divino

nuestra peculiar condición humana, siendo las "Moradas" más hermosas de nuestro Padre Celestial.

 

     Dando nociones esporádicas sobre dichos Planos, podemos decir que en el Plano Átmico, por ejemplo se manifiesta con mucha fuerza la Voluntad del Ser, el aspecto Poder Espiritual, así como en el Plano Monádico es la morada o la región de nuestro verdadero ser, nuestro “Yo Divino”, el “Espiritu” del hombre, es el nivel que el ser humano debe alcanzar como meta en este planeta. Cuando la alcanza y se fusiona con la “Mónada”, el Espíritu Divino entonces deviene como hombre perfecto o Maestro de Sabiduría. En el Plano llamado Divino o Ádico, por ser el primero y más elevado, parecer ser que uno entra en cierta relación mística e incluyente con la Voluntad Divina, con la Conciencia de Dios, siendo consciente en cierta medida del “Plan Divino” que nuestro Creador tiene para con su Creación Entera.

 

      Estos Siete planos colectivamente constituyen el plano fisico cosmico por lo que cada uno de nuestros siete planos son los correspondientes siete sub-planos del Plano Físico Cósmico. Este dato nos muestra la Magnitud de la Creación, por lo que podemos constatar que lo que nosotros llamamos Plano Divino, no es más que el sub-plano Atómico Del Plano Físico Cósmico, y así sucesivamente.

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